Quedaron varados en Campeche, pero llegaron a tiempo para ver a Tigres



Tal y como ellos mismos lo entonan en su cántico, la afición de Tigres es simple y sencillamente incomparable.

Los 30 aficionados felinos que se quedaron varados en Campeche debido a un desperfecto mecánico de su autobús (después de acompañar a su equipo a Cancún en el partido de la jornada 2 contra Atlante) llegaron sanos y salvos a San Nicolás de los Garza este sábado cerca de las 17:40 horas.
"Tuvimos un accidente y el camión ya no se pudo mover, nos tuvimos que quedar en Campeche y los de la barra (Libres y Lokos) nos apoyaron con dinero para que no nos faltara de comer, y la Directiva nos proporcionó para el viaje de regreso", explicó Luis Enrique Rubio, uno de los responsables del camión de aficionados.
Pero lejos de encontrarse enfadados o molestos por el imprevisto que les obligó a estar lejos de casa por una semana, la principal preocupación de los seguidores auriazules era regresar a tiempo para poder alentar a su equipo en el duelo frente a Atlas.
"Una vez ya me había pasado (quedarse varado por una descompostura del autobús), pero no como en esta ocasión, ahora fueron muchos días de haber estado fuera, desde el lunes en la mañana hasta el viernes que nos regresamos, fue una semana completa", dijo Rubio.
Durante toda la semana los aficionados auriazules se mantuvieron en Campeche tratando de encontrar auxilio para reparar su unidad y al ser imposible solicitaron el apoyo de la Directiva de Tigres para encontrar otro autobús que los trasladara de regreso a sus hogares, siendo la mayoría de ellos originarios de San Nicolás y de Monterrey.
"En el poblado de Campeche nos trataron muy bien, la gente se portó bien, nos dieron para comer, donde dormir, que tuviéramos donde bañarnos y quedarnos, a pesar de ser un pueblo humilde, se portaron muy bien", dijo el aficionado acerca del trato que recibieron.
Una vez que descendieron de su autobús, los 30 aficionados se dirigieron a la puerta 6 A del Estadio Universitario, portando mochilas, cobijas, maletas y otros implementos de viaje. Después tomaron su lugar con el resto de los integrantes de los “Libres y Lokos”.
"Estamos muy agradecidos con la Directiva, con el club, la barra, con todos los que nos ayudaron porque sin ellos no sería posible que estuviéramos aquí de vuelta, gracias a todos porque nos apoyaron en todo momento", mencionó Luis Enrique, antes de dar la media vuelta para entrar junto con sus otros 29 acompañantes y unirse al resto de la afición incomparable para volver a cantar y apoyar a sus amados Tigres, sin importar las dificultades que tengan que vivir para estar presentes en cada cancha donde se presenten.




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