Al tener a un apasionado del futbol como padre y contar con el gran apoyo de su madre, Francisco “Gringo” Torres desde muy pequeño tuvo contacto con el futbol.
Recuerda que fue desde los tres o cuatro años cuando, al ver a su padre practicar este deporte, le nació el gusto por el balón, el cual, relata, no dejaba ni para dormir ya que siempre quería estar cerca de él.
“El gusto me salió por mi papá, el no tuvo la oportunidad de llegar a ser profesional, pero me acuerdo que desde los tres o cuatro años siempre estaba con el balón, a veces, dice mi mamá, que me dormía con el balón”.
EL CAMINO
“Cuando cumplí 5 años me metí a una liga de futbol rápido, y me acuerdo que a donde iba el balón iba y yo siempre le decía a mi mama que quería ser alguien en la vida, y gracias al esfuerzo de mi mamá, mi papá y mi familia estoy aquí”, recordó el jugador.
El gran apoyo que tuvo por parte de su madre quien, a causa de que su papá trabajaba largas jornadas, era quien constantemente lo llevaba a realizar sus prácticas, hoy en día ha rendido frutos y le agradece a su familia el gran esfuerzo y motivación que le dieron en su camino hacia su sueño que hoy en día ha sido cristalizado.
Con un profundo agradecimiento hacia su madre “Gringo” expresa su admiración hacia ella y su ídolo del futbol, a quien veía en la tele y deseaba ser como él, en este caso Javier Hernández.
“Admiro a mi mamá por todo lo que ha hecho por mí desde chiquito, porque en el futbol siempre me empujó, mi papá tenia trabajo y ella me llevaba a los entrenamientos, y como futbolista, a Javier Hernández, que está en el Manchester, porque ha cumplido muchas metas, ha jugado en las selecciones”, expresó.
EL GRAN DÍA
Todo el esfuerzo de su familia y el propio mérito para llegar a ese 29 de noviembre de 2006, cuando debutó con la casaca del Pachuca en un encuentro contra Toluca, duelo en el cual, señala, entró a la cancha faltando 25 minutos para terminar el partido con gran nerviosismo y al mismo tiempo contento y alegre de ver su sueño realizado.
“Estaba en Pachuca, en una ciudad americana, en dos torneos y era una semifinal con Toluca en 2006 y un día antes me dijo Enrique Meza –tienes la oportunidad de jugar, a lo mejor juegas- y yo con muchos nervios les hablé a mis papás y les dije -a lo mejor voy a jugar con Toluca, estén atentos- y sí, gracias a Dios en el segundo tiempo, faltando 25 minutos, entré de cambio, y en ese partido hice un tiro de esquina y Landín la recepcionó y metió gol y empatamos el partido”, narró el centrocampista.
Torres no pasó mucho tiempo sin jugar ya que a las tres semanas fue llamado de nueva cuenta a la cancha, cada vez más seguido, acumulando valiosos minutos de juego, y en 2008 se ganó la titularidad indiscutible sentando en la banca a Gabriel Caballero, jugador de gran renombre.
“De ese encuentro pasaron tres semanas para volver a ver la cancha en un encuentro contra Santos y jugué de carrilero, me dan un balón y puse pase de gol a Cacho y de ahí poco a poco me dieron minutos, y en 2008 me tocó estar de titular indiscutible y me tocó sentar a Gabriel Caballero, un jugador al que admiro mucho”, señaló.
NO ME LA CREÍA
Ya formando parte del Pachuca, Gringo recuerda una anécdota muy curiosa y es que cuando soñaba con ser parte del futbol admiraba y veía por televisión a Jared Borguetti, al cual nunca pensó conocer, y al toparse con ser compañero de equipo lo recuerda con gracia ya que nunca se imaginó estar al lado de grandes jugadores.
“Me acuerdo perfectamente estando a casa antes de que fuera a Pachuca y que debutara, veía a Jared Borguetti, él jugaba en Santos, y a los tres o cuatro años, llegando a Pachuca, lo tuve de compañero y le dije a otro compañero, Edwin Santibáñez, -que risa me da que ahora lo tengo de compañero-, y fue algo que no me la creía, estando aquí a veces no me creo que estoy cumpliendo mi sueño”, relató.
Son muchos los logros que ha alcanzado Torres desde su debut, pero aún tiene más metas, como volver a jugar un mundial ya que a los 23 años jugó uno, asimismo concluyó que desea lograr más campeonatos con su actual escuadra, los Tigres de la UANL.
