Carlos Salcido regresó recargado, anotando dos goles, para encaminar a los Tigres de la UANL a encontrarse de nuevo con el triunfo en casa, al vencer 3-1 al Pachuca.
El seleccionado nacional tuvo una semana de permiso, por lo que no jugó ante Pumas, pero hoy volvió al cuadro titular para hacer el primero y tercero de la noche. Lucas Lobos fue quien marcó el otro.
El partido fue de menos a más, sobre todo en el accionar de nuestro equipo, que se estaba topando a un cuadro que por momentos buscaba dominar con línea de cinco en zona defensiva.
Hugo Rodríguez fue quien finalmente tomó el lugar de Hugo Ayala, quien sufrió fractura del maléolo del tobillo derecho, y lo hizo bien a un lado de Juninho, de quien se pensaba podría no jugar hoy.
Tigres fue claro en su idea de buscar avanzar con balón dominado, y así, a los nueve minutos, Danilo se plantó en el área, pero su disparo salió muy suave a las manos del arquero Rodolfo Cota.
Un minuto después vino la reacción de los Tuzos, cuando Daniel Arreola, a base de fuerza y suerte, sacó tiro por el centro que se va por fuera del poste izquierdo de Palos.
El turno de buscar fue para Lobos, quien a los 20’ se tuvo confianza y sacó tiro potente, pero por encima del larguero.
Sin embargo nuestro equipo comenzaba a tocar la puerta, hasta que a los 22 minutos Emanuel Villa tocó al centro a Carlos Salcido, quien entre tres zaguero sacó tiro potente al ángulo para el 1-0.
El Universitario estallaba en júbilo, comenzando la fiesta en una noche que parecía comenzaba a ser de Tigres.
A los 28’ Arreola nuevamente intentaba señalar que el Pachuca seguía sin bajar los brazos, al sacar tiro potente, pero por fuera del poste derecho de Palos, quien sólo vigiló con la mirada.
Más tarde, el turno fue para Daniel Ludueña, quien a balón parado probó a Palos con disparo que prometía, pero que el canterazo desviaba a tiro de esquina, en lo que había sido lo más peligroso del visitante.
Damián, a los 36’, parecía que tenía el segundo, cuando entraba al área sin marca y del otro lado lo esperaba Lobos, pero el esférico engañó al naturalizado y se le escurrió por la banda.
Y a los 41’ vino el segundo, cuando Damián mandaba balón al área, le pasaba de largo a la zaga y Lobos, sin marca, sólo aprovechó para fusilar a Cota y hacer el 2-0 que hacía soñar con una mejor noche.
Juninho salvaba a Palos a los 43’, y a los 45’ Villa entraba a base de fuerza, pero su tiro fue bien atajado por Cota.
Para la parte complementaria parecía que se mantenía la misma tónica, pero el Pachuca intentaba ser más ofensivo, tanto que a los 47’ y a los 50’ tocó la puerta de Palos, pero sin puntería en Marrugo y Cavenaghi.
Luego, a los 54’, Lobos cedía para Damián en el área, quien saca tiro por encima del arco de los Tuzos.
A los 61’ la zaga de Tigres perdía concentración, pero el intento de Cavenaghi se esfumaba por la banda de meta, luego de que Palos sólo vigilaba su trayectoria.
Pero cuatro minutos más tarde, en un error de Juninho al perder en la salida, Arreola mandó centro al área que cerró sin problemas Cavenaghi, para acercar a los Tuzos 2-1.
El Tuca se decidió por el primer cambio a los 82 minutos, sacando a Damián para meter en su lugar a Alberto Acosta, pero el poder ofensivo de nuestro equipo no lucía mejor.
A los 85 minutos Lobos la intentaba en el área, dejándosela a Salcido, quien sacó tiro potente, pero a las manos de Cota, esfumándose la opción del tercero.
Un minuto más tarde la intentaba Villa, pero la zaga se imponía, y luego la buscaba Danilo, pero se iba a tiro de esquina. Tigres buscaba el tercero para asegurar, y lo hizo, al conectar Salcido a los 87’ de cabeza para anotar pegado al poste derecho. Era el 3-1 que amarraba los tres puntos.
El cántico en las tribunas era uno, aquel que se hizo famoso en la Liguilla del Apertura 2011, donde los incomparables querían ver a Tigres campeón, otra vez.
Al final nuestro equipo llega a los 32 puntos y se mantiene en la cima del Clausura 2013, en espera del Clásico 97, a jugarse en una semana en el Universitario.
